Dulce derrota
A caballo de la emoción que ha desatado, inflamado por su hinchada y por la ilusión que ha empezado a generar este equipo, el Arenas afrontó ayer el duelo de Copa Rfef ante el Sestao River buscando el gobierno del encuentro desde el primer segundo del cronometro.
¿Cómo se comportará el equipo? ¿Cuáles serán sus prestaciones? ¿Habrán asimilado bien los jugadores las enseñanzas de la pretemporada? Los primeros partidos oficiales de la temporada están llenos de este tipo de preguntas. Ibai Gómez había comentado en la previa que estaba satisfecho con lo que había trabajado hasta ahora con el equipo y sus jugadores se encargaron de demostrar con hechos que las palabras de su entrenador eran ciertas.
El Arenas comenzó el partido siendo mandón, llevando la iniciativa de juego, imprimiendo un ritmo y una velocidad de crucero al juego local. Si un espectador llegase de una aldea gala perdida al partido, no sabría, por lo visto en el campo que el equipo contrario era de una categoría superior.
A diferencia de lo que suele ocurrir en Gobela, esta vez el balón se movió por abajo, seña de identidad de este Arenas de Ibai Gómez. Así llegó la que pudo ser jugada clave del encuentro, cuando el arbitro señaló penalti a favor del Arenas. El visitante Cordero, que ya tenía una tarjeta amarilla previa, tocó el balón con la mano y el colegiado señaló el punto fatídico. Sorprendentemente, no castigó la pena con una tarjeta amarilla, lo habitual cada vez que hay una infracción dentro del área.
Desgraciadamente, el portero visitante, que con sus paradas de mérito privó el triunfo local, detuvo la máxima pena mandándola a córner. A pesar del golpe, el histórico no se vino abajo y mantuvo la cara durante todo el partido. Urko Collado tuvo una ocasión clara en una internada que se fue fuera por poco.
En los visitantes, Gorka Garai generaba peligro bien solventado casi siempre por la retaguardia local, mientras Leandro y Planas dispusieron de ocasiones de gol, una de ellas brillantemente parada por nuestro guardameta Peña.Cuando el partido parecía encaminarse hacia la prórroga, el visitante Aznar organizó una pared con Bustillo que acabó mandando el balón al fondo de la red.
Pero ni ese golpe hundió al Arenas, que en el descuento empató el partido, aunque el tanto fue invalidado por un fuera de juego de un jugador que estaba situado en la otra parte del campo del linier que alzó la bandera.
#UnNuevoHistórico